lunes, 7 de junio de 2010

La verdad del artista 5

Dónde está su fortuna?
Ha ganado millones de dólares pero, entre juicios y caprichos, el cantante está al borde de la quiebra
NUEVA YORK.- En su suite de lujo -9000 dólares la noche- del hotel Burj Al Arab, en Dubai, Michael Jackson interpretó el rol de riquísima estrella pop cuando se reunió con dos ejecutivos de la Sony Corporation, en diciembre pasado. A juzgar por el entorno de opulencia y por la corte de asesores que rodeaban a Jackson, nadie hubiera pensado que los efectivos de Sony habían organizado la visita porque estaban preocupados debido a que Jackson se encontraba al borde de una declaración de quiebra.

Sony estaba preocupada porque Jackson era socio de la empresa en un lucrativo negocio de publicación de música que incluía canciones de los Beatles y otros. Si Jackson se volvía insolvente, su 50% del negocio de 1000 millones de dólares quedaría en manos del mejor postor, dejando a Sony frente a la inquietante posibilidad de verse obligada a aceptar una nueva sociedad. Con las aguas del Golfo Pérsico y un próspero emirato como fondo, el grupo se abocó al trabajo. Según los que asistieron a la reunión -que exigieron anonimato-, Jackson se mostró reflexivo y con ánimo de cooperación, aparentemente muy consciente de la gravedad de su situación. Después de escuchar lo que Jackson tenía para decir, Sony propuso ayudarlo a encontrar un banco que le prestara unos 300 millones de dólares para pagar sus deudas. A cambio, Jackson cedería una parte de su mitad del catálogo de los Beatles.

El mes pasado, el cantante -acosado por las deudas, con su carrera musical estancada y su vida personal socavada por el escándalo- accedió a la oferta que lo despojará de la mitad de sus derechos sobre el catálogo, en cuyas ganancias se ha basado su economía al usarlo como garantía de alrededor de 270 millones de dólares de préstamos bancarios utilizados para financiar sus enormes gastos, que incluyen el mantenimiento de su enorme propiedad de California, Neverland.

Su carrera ejemplifica todos los clichés sobre la industria del entretenimiento: un niño estrella que inadvertidamente se endeuda con los que controlan su cuenta bancaria; un adulto que sabe venderse pero que se vuelve cada más indisciplinado y caprichoso con sus gastos, y, finalmente, una caricatura que vive encerrada en un mundo de fantasía que él mismo ha creado. Resulta casi imposible evaluar exactamente cuánto dinero ha pasado por sus manos en cuatro décadas de carrera. Las ventas de sus discos han generado para él más de 300 millones de dólares; las ganancias de conciertos, publicaciones musicales, merchandising y videos suman otros 400 millones. Aunque resulta difícil saber qué parte terminó en su billetera debido a los costos de grabación y producción y a los impuestos.

"Creo que Michael nunca tuvo idea de responsabilidad fiscal -dijo Alvin Malnik, ex asesor financiero de Jackson-. Uno debe prever sus gastos, pero para él siempre fue la cantidad que se le antojara en el momento en que se le antojaba. Gastaba millones de dólares anuales en chárters, compras de antigüedades y pinturas. Viajar a Londres es una cosa, pero ir con un séquito de 15 o 20 personas se vuelve muy caro." Pero sus finanzas no se deterioraron sólo por sus grandes gastos, sino también por algo que entrampa a los ricos: malos consejos.

Michael Jackson se ha pasado la vida sorprendiendo a la gente, en los últimos años casi siempre por sus escabrosos escándalos legales, sus cirugías plásticas en serie y su errática conducta pública. Pero cuando su carrera empezó, cuatro décadas atrás, como miembro de The Jackson 5, los veteranos de la industria del entretenimiento reconocieron que había en él algo inusual: un talento hipnótico. Uno de los asociados del sello Motown Records recuerda haber visto una de sus primeras actuaciones, en 1969. "Nadie había visto antes a un chico que pudiera cantar como Michael. Era como si dentro de él hubiera un hombre de 30 años." Tenía 11 años, pero ya había pasado años en concursos y actuando en clubes del Medio Oeste bajo la égida de Joe Jackson, su ambicioso y dictatorial padre.

Finalmente se independizó y grabó con Quincy Jones tres discos. El más memorable fue "Thriller" (1982), que vendió 51 millones de copias y se convirtió en el más vendido de la historia. Jackson, bien aconsejado, compró por 47 millones de dólares el catálogo de los Beatles. Todavía sus gustos eran relativamente modestos, a veces pedía prestado dinero para nafta y vivía en la casa de su familia, en Encino, Los Angeles. Pero a fines de los 80 empezó a manifestar tendencias más extravagantes. En 1988 compró por 17 millones de dólares una propiedad cerca de Santa Ynez, California, que se convirtió en Neverland.

Sus finanzas ya estaban bajo presión a mediados de los 90. Dejó de trabajar regularmente después de "Dangerous" y pagó 20 millones de dólares por un juicio de acoso de menores. En 1995 tuvo que venderle a Sony el 50% del catálogo Beatles por más de 100 millones de dólares. No produjo otro disco nuevo hasta 2001, pero sus compilados incluían promociones muy costosas: para "HIStory" (1995) quiso filmar un video en Hungría, con soldados húngaros contratados para marchar y un costo de millones de dólares. Otro proyecto fue el film de 35 minutos "Ghosts", que escribió con Stephen King, se filmó en 1997 y costó más de 15 millones de dólares.

Por entonces cayó bajo la influencia de nuevos asesores que aparentemente lo convencieron de hacer riesgosas inversiones que nunca dieron rédito. A fines de 1998, ya había gastado un préstamo bancario de 90 millones de dólares y le consiguieron otro de 140, con la garantía del famoso catálogo, que usó para pagar deudas. Pocos meses más tarde los millones se habían evaporado, acababa de divorciarse de Lisa Marie Presley y obtuvo otro crédito de 30 millones del Bank of America.

Sus gastos no dejaron de aumentar. Pedía prestadas grandes sumas para pagar cosas que no podía permitirse. Estos gastos incluyen 46.075 dólares en 2001 por estudios arquitectónicos cuando pensó en comprar una casa en Beverly Hills; 1 millón a Marlon Brando a cambio de que apareciera en un evento en el Madison Square Garden y en un video; más de 380.000 dólares por la compra de un Bentley Arnage y de un Lincoln, y 250.000 dólares en 2003 por compra de antigüedades.

Malnik dijo que el cantante ha gastado unos 8 millones anuales en chárters, antigüedades, pinturas, hoteles, viajes y otros gastos y que el mantenimiento anual de Neverland insumía alrededor de 4 millones. Su presupuesto anual en 1999 fue de 7 millones y medio de dólares en gastos personales y de 5 para Neverland. Pero es posible que la mayor sangría hayan sido inversiones monumentales y poco recomendables que produjeron pérdidas colosales, como ideas de parques de diversiones y "bizarros personajes de cómics computarizados". A principios de 2000 sus mayores gastos dejaron de ser las extravagantes compras para convertirse en los pagos de los enormes intereses de sus deudas. El año pasado pagó unos 4 millones y medio de dólares mensuales para financiar su deuda de 270 millones.

En el momento de la reunión en Dubai, estaba en una situación crítica. Fortress Investment Group compró los préstamos que había tomado del Bank of America, cuando el cantante se salteó varios pagos, comenzó a aplicar una altísima tasa de interés y amenazó con ejecutar la deuda el 20 de diciembre. Para mantenerlo a flote, Sony arregló una postergación y un nuevo crédito y el cantante accedió a concederles el derecho a comprar la mitad de su parte del catálogo Beatles por unos 250 millones de dólares.

Jackson podría haber seguido permitiéndose su estilo de vida y sus despilfarros si hubiera seguido trabajando, pero decidió trabajar cada vez menos. Sin embargo, todavía mucha gente recuerda el principio; cuando uno llama a Motown, la música que oye es "Got to Be There", el gran éxito de Jackson en el primer disco solista que grabó para ese sello.

Por Timothy O Brien
De The New York Times

Traducción: Mirta Rosenberg

Michael Jackson “Ser un ser humano”


Cuando uno ve a este genio de la música y de la danza coreográfica, en uno de sus videos musicales ecológicos estupendamente bien dirigidos por él y con una fotografía maravillosa, o en aquellos clásicos que se han quedado para la posteridad, y que seguirán impresionando a muchas generaciones venideras más, no se puede dejar de pensar que hay gente siempre esperando el éxito de un grande, para atacarlo y hacerlo pedazos a como de lugar.

No podemos saber a ciencia cierta cuales sean las deformaciones de Michael Jackson, además de su obsesión por su físico, pero sí podemos ver la maldad y la pasión destructiva de la gente cuando quiere acabar a uno de los pocos humanos preocupados por el hambre, la pobreza y la devastación del planeta.

Los padres de estos chicos que dicen ser abusados por Michael Jackson, son unos criminales que dejaron a sus hijos a merced de lo que pudiera pasar, del poder de la mentira y de la posibilidad de sacar una buena tajada de dinero.

Si ya hace algunos años, Michael había sido acusado por las misma razones que ahora -que finalmente no pudieron comprobarse-; ¿cómo es posible que la gente siga permitiendo que sus hijos sigan visitando este lugar? Entre que si son peras y son manzanas, definitivamente, resulta ilógica la actitud de estos “pseudo-padres amorosos”

La verdad es que Michael es incomparable. Es un genio. Michael Jackson tiene y tendrá parte en la historia de este mundo -no por estos escándalos referentes a su físico y a sus perversiones nada alejadas de muchos otros que no las muestran y que las disfrazan de una vida cotidiana y “normal”; pero sí-, por ser el artista que es: un genio que sabe hacer las cosas extraordinariamente bien, artísticamente, desde los primeros años de su vida artística.

A pesar de su vida conflictiva, a pesar del desamor, a pesar de miles de factores que lo encajonaron en etapas de mucho dolor y mucha confusión, sigue en pie, tratando de creer que aun hay parte de la humanidad que no recurre a la maldad, y aun quiere hacer “algo” por su planeta.

Habría que pedirle al mundo muchas cosas. Pero desgraciadamente escaparon de la caja de Pandora todos los males del planeta. Afortunadamente, no escapó la esperanza, y en ella tendrán que descansar todos aquellos que son víctimas de las grandes lenguas y de los corazones oscuros que no miran lo bueno que un artista como él, si no en la forma en cómo se le puede castigar por ser “diferente” a los demás.

Es el riesgo de ser genio. Es el enorme defecto de no esconder las cosas y de mostrarse tan como se es. A lo largo de la historia, muchos grandes fueron víctimas del celo, la envidia, la codicia y la maldad.

Yo no sé si Michael haya abusado de algún menor; lo que sí me sucede, es que no me dejo de preguntar, ¿cómo rayos llegaría ese menor hasta Michael Jackson?

Hay muchos sacerdotes que abusan sexualmente de sus alumnos, hay muchos hombres que viajan especialmente a países como la India para disfrutar de estar con niños no mayores de 11 años, hay muchos profesores, políticos, y padres de familia que son pedófilos sin remedio; pero no lo vemos a la luz del día y han tenido la suerte de no ser ni tan famosos, ni tan ingenuos como Michael Jackson.

Los dejo en la meditación de lo que es peor que lo peor, y en la balanza de hasta dónde somos ingenuos, perversos o inconscientes, y los dejo con el hermoso poema de Alberto Cortéz que habla de cómo es “ser” un ser humano:

Más allá de cualquier ideología...
más allá de lo sabio y lo profano,
soy parte del espacio, soy la vida
por el hecho de ser un ser humano.

Yo soy el constructor de mis virtudes
como lo soy, a la vez, de mis defectos;
torrente inagotable de inquietudes...
genial contradicción de Lo Perfecto.

Yo puse las espinas en la frente
los clavos en los pies y en ambas manos...
después rompí a llorar amargamente
la muerte irreparable de mi hermano.

Por mí se hace polémica la duda...
¿Quién soy?, ¿adónde voy?, ¿de dónde vengo?...
a través de los tiempos, tan aguda,
que con ella renazco y me sostengo.

Soy el que abrió la caja de Pandora
que guardaba los males del planeta.
No escapó la esperanza... ¡En buena hora!
por ella sobrevivo y soy poeta.

Yo soy quien ha creado las prisiones,
la lucha fratricida y la injusticia,
más también he inventado las canciones
y el encanto sutil de una caricia.
En nombre de mi Dios, soy asesino,
embustero, fanático y tirano;
desafiando las leyes del destino
tengo sangre de siglos en las manos.

Más también en su nombre soy la rienda
que consigue domar a tanto potro...
Sería, sin un orden, la merienda
de comernos los unos a los otros.

Soy el poder, que condena los instintos
naturales del hombre, mi censura
reptando por oscuros laberintos
impone la moral de su estatura.

Yo soy un individuo entre la masa...
La coincidencia, es sólo un accidente...
Busco esposa, doy hijos, tengo casa,
soy la opción de un cerebro inteligente.

¿Qué vale más, inquietud de mi existencia,
cuando llegue el final y quede inerte?
¿El arte, por fijar mi trascendencia
o el eterno misterio de la muerte?.

Por todo, más allá de ideologías...
más allá de lo sabio y lo profano...
soy parte del espacio, soy la vida
por el hecho de ser un ser humano

Por: Isis Bobadilla - GaleriasNet

Qué harías si tuvieras al mismísimo Michael delante? ¿Te temblarían las piernas? ¿Se quebraría tu voz? Son muchos los fans que han deseado conocer a su ídolo; pocos lo han logrado. Ellos cuentan qué les pareció.

PINO SAGLIOCCO
Promotor de los conciertos de Jackson en España.
Es un alma limpia, una persona de paz, un niño grande. Educado y cariñoso. Como todo gran artista, tiene sus excentricidades. Además vive protegido de la vida en una burbuja. Pero su interés por los niños es sincero. Está completamente dedicado a ellos. Siempre están en sus discos. Para él, los niños hablan con el corazón. Cree en ello, no es una fachada. Cada semana pasan miles de niños por su mansión. Es un Peter Pan del siglo XXI. Fue una gran injusticia lo que le hicieron.

Cuando más relación tuve con él fue a finales de los ochenta. Fuimos muy amigos. En esa época, sólo venía a una ciudad en Europa y era siempre española: Zaragoza, Canarias, Valladolid…

Seguirá siendo el más grande, del siglo XX y del XXI. El mejor bailarín, cantante, el mejor R&B, el mejor de todo.


JUAN BOLEA
Concejal de cultura de Zaragoza en 1996, cuando Jackson actuó allí.
Le conocí en Praga, unos días antes del concierto en España. Me lo presentó Marcel Abraham, el famoso promotor judío, su manager mundial. Fue una conversación de un par de minutos, yo le comenté cómo iban los preparativos del concierto en España y él estuvo muy interesado, pero poco comunicativo. Es muy tímido, no habla mucho, normalmente contesta con monosílabos, y de vez en cuando pronuncia alguna frase aislada, pero no con extraños.
Una de las condiciones del contrato era que el letrero 'King of Pop' apareciera en todos los carteles. También su avión, en el que aterrizó con casi 300 personas a bordo -entre técnicos, bailarines, promotores, etc.-, llevaba pintada esa leyenda.
Me preguntó si el Rey iba a asistir a su concierto. Le pregunté por qué tenía interés en que fuera. "Si yo soy el rey del pop", dijo, "me gustaría que viniese el rey de España". Yo le dije que iba a hacer todo lo posible para que el Rey fuera, pero que iba a ser difícil, porque tenía que ocuparse de tareas de Estado. Y que probablemente iría una de las princesas. Así fue. Vino la infanta Cristina, con Alexia de Grecia y algunos amigos más. Jackson los atendió a todos en el camerino, antes del concierto; estuvo muy cariñoso.

Cuando llegó, en el aeropuerto había unas 500 personas al pie del avión, y casi 5.000 en la puerta del hotel Boston. Yo perdí la corbata, me arrancaron un mechón de pelo, y a Michael media patilla. La gente se tiraba encima. La puerta del hotel se la cargaron.
Uno de los managers me dijo que Michael "quería dar una vuelta". Salimos por el garaje y nos fuimos a un centro comercial a las afueras de Zaragoza. Se organizó la mundial, se caía todo a nuestro paso, los letreros, las ofertas, la gente intentó trepar por las escaleras mecánicas detrás de él, fue bestial. Y él estaba absolutamente imperturbable, creo que disfrutaba de todo lo que estaba sucediendo, pero no comentó nada.

Lo metimos en una tienda de discos y compró sus propios discos ('Thriller' y otro, no recuerdo cuál) y los de James Brown. En el hotel se había hecho instalar una pequeña pista de baile dentro de la suite. Era una de las condiciones del contrato, que recuerdo con pánico: Tenía 150 páginas y era absolutamente puntilloso. Otra cláusula -no obligatoria, pero sí una sugerencia- era una visita a un hospital o algo relacionado con la infancia. Se organizó gran revuelo, él llevó unos cuantos regalos para los críos, y fue una cosa relativamente sincera, dentro de que todo es un simple espectáculo. Los críos estaban paralizados, impresionados, no podían ni hablar. No hubo nada excepcional salvo su propia actuación permanente, que es lo extraordinario.

A mí me pareció sincera su preocupación por los críos, pero él mismo me pareció un niño. Era muy infantil, hasta en la voz, era un pusilánime, vulnerable.

Aún así, me pareció un personaje genial, porque creo que es el único artista que ha conseguido ocultar por completo su personalidad. No había manera humana de diferenciar al personaje de la persona. Él es así, no creas que finge. Ha eliminado al antiguo Michael.

JOAQUÍN LUQUI
Periodista musical. Conoció a Jackson en 1977. Después, en España, le acompañó a comprar cerámica.
La primera vez que hablé con él fue en 1977, cuando Sony nos llevó a ver unas actuaciones. Yo no soy bailón, pero le vi bailar y pensé que sólo Nureyev daba esas vueltas sobre sí mismo varias veces como él. ¡Y era un crío!

Cuando me lo presentaron, le llamó la atención mi apellido, lo pronunciaba 'lucky' (afortunado, en inglés). Le recordaba al primer sitio en el que actuó, un local llamado Mr. Lucky. A partir de ahí, siempre que me vio me llamó Mr. Lucky.

Un año después vino a España con los Jackson 5. Sus hermanos pidieron que les llevaran a sitios donde pudieran ligar con guapas chicas negras. Él me pidió ir al Prado, y como estaba cerrado, quiso ver cerámica de Lladró. Así que ahí nos ves en la Gran Vía buscando una tienda. En esa época nadie le conocía. Compró varias figuras. Lo que descubrí cuando le conocí es que, realmente, era diferente.

Luego le vi en el 82-83, se hizo una gran fiesta en Estados Unidos a propósito de 'Thriller'. Me llamó la atención que en su mansión tenía una sala llena de juegos para los niños y, al lado, otra para niños con minusvalías. Ya entonces era Peter Pan. Eso fue antes de que empezara con el vitiligo, una enfermedad que tienen muchos negros, que consiste en que van perdiendo el color, en zonas de su cuerpo o en todo. Es cierto que se operó. Hablando un día de su infancia, me decía que su padre (y manager) le pegaba para que actuase cuando él quería jugar. Cuando cumplió 18, dijo que no lo quería como manager y quiso quitar cualquier rastro de él en su rostro, así que empezó por la nariz. La última vez que le vi, en un hotel de Londres, aluciné cuando le vi la cara. Me preocupó. Pero le entiendo, porque nunca tuvo una infancia normal. Es muy raro, como un E.T., pero tiene un corazón de oro. Y sus rarezas tienen una explicación humana.

SABEL COELLO - ROLLING STONE MAGAZINE

MICHAEL JACKSON
El Peter Pan del siglo XXI

En la historia se ha escrito que los personajes más exitosos siempre son los más criticados. Este es el caso del Rey del Pop, el ídolo Michael Jackson.






Tiene más de mil millones de dólares, es el record de ventas con el disco Thriller, tiene acusaciones de pedofilia, posee una mansión en un lugar llamado Neverland, sufre de “vitiligo” y tuvo una infancia traumática. Ha sido amado, odiado, bendecido, alabado y criticado. Se ha casado, divorciado y declaró públicamente dormir con niños.

Honestamente no sé, si considerando todo lo anterior, es posible entender lo que muchos vimos en el documental transmitido por el canal de cable Sony. Tras 8 meses de trabajo, el periodista inglés Martín Bashir consiguió lo que para muchos es un sueño, tener libre acceso a Michael Jackson para realizarle una completísima entrevista, sin límites y muy directa.

Hablaron de su infancia, de los golpes de su padre, de la carrera de los Jackson 5 y de los problemas que enfrentó en su adolescencia a causa de una “enorme nariz” y del acné, aunque reconoció haberse practicado sólo dos operaciones de cirugía plástica en la nariz.

Michael nos contó sobre esas eternas giras y la vida de hotel, donde muchas veces tuvo que compartir habitación con sus hermanos mayores y verlos tener relaciones sexuales en la cama de al lado. Llevó a Bashir a conocer Neverland (su rancho en California), la tierra de Nunca Jamás que el propio Jackson construyó y convirtió en un lugar de ensueño con parques de diversiones, zoológicos, etc. todo esto para luego abrir sus puertas a los niños más pobres o de instituciones y que sufrieran algún tipo de enfermedad. Mientras conversaban se subían a los árboles y a ratos podíamos ver a un Michael sumamente tímido, era casi estar viendo a un niño, escondido en un rincón.

La serie de entrevistas realizadas transcurrían con la misión de descubrir un poco más el interior del rey del pop, el lado humano que muchas veces se oculta en este nivel de estrellas. Sin embargo el peck del documental llegó cuando Bashir le preguntó sobre su tan polémica relación con los niños. Michael estaba sentado de la mano con un niño (amigo de Jackson) de 12 años que narraba la ocasión en que se quedó a dormir en la habitación del cantante. Según la historia Jackson le cedió su cama al niño y él durmió en el piso... Bashir no lo no podía creer... yo tampoco.

Al profundizar en este tema Michael hacía casi una declaración de principios, diciendo que hoy día los niños en todo el mundo prácticamente vivían solos, sus padres trabajaban todo el día, que ya ni siquiera comían juntos en la mesa y necesitaban amor... eso era lo que él les daba. Nos decía que no había nada malo ni tampoco una connotación sexual en esto, sólo de expresar amor, de llevarlos a dormir, de arroparlos y darles leche tibia con galletitas, que sus hijos Prince y Paris también dormían con otras personas, que eran sus amigos, no había nada extraño, no les hacían daño y “Jack El Destripador” no estaba en la habitación (haciendo referencia a sí mismo).








Los hijos de Michael aparecieron en el documental con él en un zoológico. Sus caras estaban tapadas por máscaras... en fin... y así la historia suma y sigue llena de excentricidades.

Me quedé con la sensación de ver a un ser triste, con una vida llena de momentos difíciles y de muchas cosas que pasarán a la historia siendo incomprensibles, casi como un misterio para la humanidad... como el cambio de su color de piel. Es casi un niño, una especie de Peter Pan escondido en la tierra de Nunca Jamás.

Independiente de su enorme calidad como artista, todas las historias que se han tejido alrededor del rey del pop lo han convertido en un mito y probablemente será así como trascenderá en la historia de la música: Michel Jackson, todo un mito.

Rayen Araya - Diarionet.com

extraido de: http://www.lacortedelreydelpop.com

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